En el
centro, además de las intervenciones exteriores, encontramos instalaciones
interiores tales como:
Vida cotidiana
(con dos personajes pretendiendo ser humanos), Txomin Badiola.
En esta instalación
vemos unas fotografías sobre dos personajes encapuchados que realizan tareas
cotidianas al ritmo de rock, todo ello soportado sobre una estructura escultórica.
Su autor nos
expone una lectura abierta de su obra, porque su propósito es que haya una
multitud de interpretaciones.
Espuertas
cargadas de uvas, Carmen Laffón.
Son
espuertas de goma rellenas de uvas que tienen un valor para la autora ya que
representan su infancia y que la viña era lo que mantenía activa la vida y la economía.
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